
¿Por qué escogerlas?
Porque ayudan a tener un mundo mejor y más limpio, con marcos de lentes de PLA+, biodegradable, micas polarizadas espejadas que disminuyen el encandilamiento y brillos innecesarios con filtro 100% UV. Hec

¡Más razones para tener un mundo mejor!
El problema no es el material, es su uso y abuso. El plástico no es biodegradable, una vez descartado, permanece en el medio ambiente por mucho tiempo, de hecho, puede tardar hasta más de 500 años en degradarse, inclusive tiende a no desaparecer por completo. El uso que le damos al plástico al fabricar productos descartables con este material rápidamente se convirtió en un problema.
De acuerdo con la Asociación Gremial de Industriales del Plástico de Chile (ASIPLA) en Chile se consumen aproximadamente 990 mil toneladas de plástico al año. De esta cifra, un 17%, es decir, 14.281 toneladas por año, son de origen domiciliario y un 83% (69.398 ton/año) corresponden a residuos domiciliarios o industriales. Del total, sólo se reciclan 83.679 toneladas, es decir, un 8,5%, en otras palabras 906.321 toneladas de plástico se convierten en residuos.
La mejor manera de cuidar al medio ambiente es imitándolo. La naturaleza no genera residuos, todo es parte de un sistema cerrado, entender esto es fundamental. Una economía lineal como la actual, en donde se consume y se desecha, cada vez es más insostenible, es por ello que la línea de lentes “Intiwatana” apunta a una economía circular, esforzándonos por recuperar y revalorizar residuos plásticos constantemente.
La base de la fabricación de la línea “Intiwatana” son personas/empresas recolectoras de Tarapacá, quienes nos facilitan tapas de botellas, las cuales una vez lavadas y procesadas se convierten en nuestra materia prima. Transformamos estos residuos plásticos en marcos de gafas sostenibles. Somos quienes diseñan, fabrican y comercializan, haciéndonos cargo del problema y volviéndonos parte del cambio. Trabajamos para que cada gafa de la línea “Intiwatana” que llegue al final de su vida útil sean devueltos a nuestras dependencias, y de esta manera recuperar, procesar y convertir su material en nuevos lentes, asegurándonos de la circularidad.